El Cielo es el Limite.....fragmentos

Hoy les traigo fragmentos del libro "El cielo es el limite"  de  Wayne Dyer  , es es una obra llena de ingenio, sabiduría y sentido común, los ingredientes que necesitas para conseguir la fuerza y la confianza necesaria para abordar sin demora tu propio cambio. 

Todos podemos liberarnos de los pensamientos depresivos y de las conductas negativas y convertirnos en seres humanos que viven plenamente día a día.En suma, todos los que realmente deseen lograrlo,pueden alcanzar un elevado nivel de salud física y mental, y nadie tiene más posibilidades de llegar a ser más auto actualizado o de funcionar más plenamente que los demás.No debes decirte a tí mismo que no puedes hacer nadapara cambiar tu situación porque “siempre ha sido así” No tienes que decirte a tí mismo que no puedes cambiar realmente o que te es casi imposible alcanzar un estadio superior de existencia debido a que estás excesivamente encerrado en tus hábitos.Puedes perseguir lo que quieras para tí mismosi te decides a trabajar, día a día,adoptando una filosofía de vida que te proporcionaráel máximo grado de plenitud y felicidad,independientemente de tus circunstancias o de los problemas que hayas tenido que afrontar hasta hoy.

Si tu límite es el cielo... quiere decir que no existen límites para ti; y eso significa que los únicos límites que en realidad existen son los que tú, en su interior, te marcas, muchas veces sin quererlo. 

Porque realmente tú puedes cambiar tu vida, puedes convertirte en una persona autónoma, dueña en cada momento de tus actos y tus proyectos, de tus decisiones y de la realización de tus esperanzas.

"Respetar" significa considerar digno de consideración, y también no obstaculizar ni interferir, como cuando uno respeta la necesidad ajena de intimidad. A partir de esto, re¬sultará evidente que la necesidad de autorrespeto y la de respetar a los que nos rodean (por lo menos, a los que nos respetan a nosotros) es algo fundamental para el ser humano, porque si uno no se respeta a sí mismo, se clasifica automáticamente como indigno de consideración o como merecedor de que se le tenga en poca estima, con lo que provocamos que todos los demás nos traten mal.